Nuestro modelo
LLP opera bajo un modelo adaptable cuyo fin último es la sostenibilidad.
Por lo general, todas las organizaciones se parecen a un cuerpo humano, con un cerebro que controla de forma jerárquica órganos individuales o dobles. Es una estructura delicada y precaria, ya que nada puede funcionar si un órgano esencial enferma. Según la ciencia militar (no hay nada más jerárquico que un ejercito) es suficiente eliminar el general para ganar la batalla.
Un árbol, por el contrario, siente, se mueve, y piensa con todo su cuerpo. Una mata puede quemarse casi por completo y no morirá, considerado además que sus raíces están bien plantadas bajo tierra. Que este modelo sea más sostenible, lo demuestran dos simples hechos: los vegetales existen hace millones de años, mientras que el género sapiens sapiens hace a penas 300.000 años. Además, la materia orgánica en el globo está compuesta en un 97% por vegetales. Quien sea el más apto, según las enseñanzas de Darwin, no es el hombre.
La que consideramos nuestra mayor ventaja, el movimiento, es en realidad nuestra condena. Si hace frío, buscamos calor, si no hay comida, emigramos, si nos atacan, nos retiramos. En una palabra: escapamos de los problemas. LLP es exactamente lo opuesto: un grupo de profesionales altamente calificados que no evita los problemas suyos y de los clientes, los resuelve.